domingo, 3 de febrero de 2013

OPERACIÓN POLICIAL EN DONOSTIA

Cuatro nuevas detenciones al amparo de la incomunicación Mientras que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, se comprometía a que los operativos policiales no fuesen «un espectáculo», un gran despliegue de la Policía española tomaba de nuevo Donostia a altas horas de la madrugada de ayer. Los agentes arrestaron a cuatro jóvenes y llevaron a cabo hasta una veintena de registros. 

GARA | DONOSTIA 
Al igual que la semana pasada, la Policía española volvió a irrumpir en Donostia llevando a cabo un amplio operativo. La actuación policial se saldó con cuatro detenidos y más de una veintena de registros, entre los que destacaron las inspecciones de las herriko tabernas de Intxaurrondo, Loiola y Amara Berri, además de un local juvenil y un cine en Añorga. 

El comunicado difundido por el propio Ministerio de Interior evidencia de manera clara cuál es el principal objetivo de esta macrorredada: golpear a la organización juvenil Segi.

Muestra de ello son las imputaciones que pretenden endosar a los cuatro detenidos, ya que se les acusa de «dirigir» esta organización en los distintos barrios donostiarras, así como de «captar a nuevos jóvenes para Segi». De esta manera, el Ministerio de Alfredo Pérez Rubalcaba se congratulaba de la «desarticulación» de Segi en Donostia.

Además, atribuía a los cuatro jóvenes «la quema de varios autobuses urbanos», «la organización y participación en los disturbios posteriores a manifestaciones ilegales» y «varios cortes de vías férreas». Unas acusaciones que, sin embargo, ni siquiera se detallaban en el tiempo y en el lugar.

La pruebas supuestamente incautadas tampoco arrojaron luz al operativo, ya que volvieron a presentar como material delictivo documentación sobre el Tren de Alta Velocidad y la construcción de la «Y vasca».

Esta nueva actuación de la Policía española es fruto, según afirmaron fuentes policiales citadas por agencias de información, de las pesquisas realizadas a raíz de las detenciones practicadas el pasado 30 de octubre en la capital guipuzcoana. Cabe recordar que cinco de aquellos arrestados continuaban todavía ayer en situación de incomunicación, después de que el viernes, tras comparecer sin la asistencia de sus abogados de con- fianza, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska los enviara a prisión y prolongara ese régimen por otros cinco días más.

El ministro de Interior, Pérez Rubalcaba, no tardó en valorar las detenciones, asegurando que así demuestra el Gobierno español su «clarísima vocación de evitar que la cantera de ETA produzca etarras».

Marlaska, en Donostia

 El operativo ordenado por Grande-Marlaska arrancó pasada la una de la madrugada, con la detención de Ekaitz Ezkerra. Testigos presenciales detallaron a GARA que el arresto se produjo sobre las 1.30, en su domicilio del barrio de Martutene.

El arresto de Ion Etxeberria, por su parte, se produjo cuando se dirigía a su lugar de trabajo. No obstante, al mediodía la Policía española se personó en su domicilio, situado en la calle 31 de Agosto de la Parte Vieja, para proceder a su registro. Un vecino explicó a este diario que los agentes, con escudos y porras en mano, obstaculizaron a los viandantes el acceso a la citada calle durante media hora.

Askatasuna informó de que los otros dos arrestados son Iñaki Coloma y Martín Mendizabal, e indicó que este último fue detenido en el barrio de Gros.

Pocas horas después de los arrestos, el propio juez instructor se dejó ver en un acto realizado en la capital guipuzcoana. Aprovechando el viaje, Marlaska se acercó hasta Intxaurrondo para asistir en situ al registro de la herriko taberna.

Durante la madrugada y la mañana de ayer, el operativo se extendió por toda la ciudad, ya que fueron más de una veintena los registros realizados por la Policía española. En concreto, las inspecciones de viviendas y locales se llevaron a cabo en la localidad de Astigarraga y en los barrios donostiarras de Intxaurrondo, Parte Vieja, Amara, Egia, Loiola y Gros. Las fuentes policiales precisaron que algunos de los registros se realizaron sin que se localizara a las personas que pretendían detener.

Derribando puertas

Una de las entradas y posteriores inspecciones realizadas en la Parte Vieja se llevó a cabo alrededor de la 1.45. Los habitantes del inmueble aseguraron que quedó «literalmente patas arriba». Para llevar a cabo otro de los registros, según pudo saber GARA, los policías llegaron a echar la puerta abajo.

Estos operativos, que además de domicilios alcanzaron a las herrikos de Intxaurrondo (Zulo Zahar), Amara Berri (Ilunki) y Loiola (Hontza), se repitieron hasta bien entrada la mañana.

Eran las 13.00 cuando dos patrullas de la Policía española se trasladaron hasta Zulo Zahar. Testigos presenciales informaron a este rotativo que, al encontrarse el establecimiento cerrado, entraron en él rompiendo la puerta de entrada a mazazos. El registro se prolongó durante horas. Y ya por la tarde, alrededor de las siete, los agentes hacían acto de presencia en las herrikos de Loiola y Amara Berri. La Policía continuaba aún en el interior de Ilunki a última hora de la noche.

Además de ello, GARA pudo saber que cinco furgonetas policiales acudieron en torno al mediodía a un local juvenil situado en Añorga y que inspeccionaron los inmuebles anexos, entre los que se encuentra un cine.

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